miércoles, 12 de diciembre de 2007

El farmalobby ataca con la publicidad de medicamentos

La Internacional Society of Drug Bulletin (ISDB), una institución auspiciada por la Organización Mundial de la Salud encargada de velar por la ética de las publicaciones especializadas en medicamentos, ha publicado una declaración contra la publicidad de fármacos al consumidor.

Los laboratorios promueven el consumismo farmacéutico (Foto: Óscar Rivilla)
Los lobbies o grupos de presión farmacéuticos presionan en el Parlamento Europeo estos días. ¿Su objetivo? que pueda realizarse publicidad en los medios de comunicación, disfrazada de "información" a los posibles pacientes, sobre medicamentos que necesitan receta para ser comprados.
La regulación europea al respecto está pendiente de revisión y las organizaciones sociales sanitarias temen que, como ya ha estado a punto de ocurrir en otras ocasiones, la industria farmacéutica pueda salirse con la suya. La declaración de la ISDB también la han firmado Medicines in Europe Forum, Health Action International (HAI Europe) y Association Internationale de la Mutualité (AIM). El actual marco legislativo ya se interpreta de manera flexible en varios países de la Unión Europea. En marzo 2001, la Comisión Europea -por medio de su Dirección de Empresas e Industria y la Dirección de Salud y Protección del Consumidor- formaron el G-10 un "grupo de alto nivel para la innovación y la provisión de medicamentos”.

El grupo tenía trece miembros; sólo un representante de los pacientes, debatió con los eurocomisarios, los ministros de salud europeos y el presidente del laboratorio GlaxoSimthKline. Fallaron. Pero a finales de 2005, la Comisión Europea reemplazó el G10 por el denominado Foro Farmacéutico. Éste reunió a más actores que el anterior incluyendo cinco federaciones industriales. La lista de miembros del Foro es secreta, nunca se ha publicado.
Para que se hagan una idea de las consecuencias sociales que puede conllevar la publicidad directa de fármacos en los medios de comunicación, tengan en cuenta que sólo dos países en el mundo tiene una ley que lo permite, Estados Unidos y Nueva Zelanda. En el primero cada año mueren por los efectos adversos de los fármacos, tanto dentro como fuera de los hospitales, 305.000 personas (http://www.dsalud.com/numero89_4.htm).
Las ansias de beneficio económico de las compañías farmacéuticas puede tener gravísimos efectos para la salud pública. Más info: http://www.boletinfarmacos.org/092007/etica_y_derecho_Investigaciones.asp