Con motivo de que la Agencia Europea del Medicamento (EMEA, por sus siglas en inglés) ha dado su visto bueno a la administración de Prozac a menores de 18 años, se ha constituído la Plataforma Internacional Contra la Medicalización de la Infancia. Con la venta de este producto farmacológico a menores, el laboratorio farmacéutico Lilly trata de encontrar nuevos mercados entre los niños y adolescentes.
Muchos profesionales sanitarios están tratando de que la Comisión Europea reconsidere su apoyo al consumo de psicofármacos por los niños
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo mantiene abierto el expediente 761/2006 con las peticiones de la citada Plataforma de anular la autorización para la administración de fluoxetina (principio activo de Prozac) en la infancia.
Esta organización pide también que se investigue la validez de todas las autorizaciones de medicamentos concedidas por la Agencia Europea del Medicamento, dado su parcial procedimiento, que beneficia descaradamente a los laboratorios farmacéuticos (tema del que escribiré en esta bitácora en próximos días).
"Queremos que se contemplen nuestras denuncias de corrupción en el proceso de aprobación de venta de los fármacos así como la falta de transparencia de la Comisión Europea", argumenta Juan Pundik, psicoanalista madrileño presidente de Filium, Asociación para la Prevención del Maltrato al Niño y uno de los promotores de la Plataforma.
La Comisión de Peticiones ha solicitado información adicional a la Comisión Europea. Por ello, la Plataforma Contra la Medicalización de la Infancia está llamando a la participación de todos los profesionales de la salud que quieran sumarse al proyecto reivindicativo: "Sería útil que ampliáramos nuestras denuncias sobre los efectos adversos de los ISRS (medicamentos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, antidepresivos como Prozac) en niños. Para más información pueden solicitarnos la documentación respectiva", concluye Pundik.
En marzo de 2005, dos especialistas en este campo, los doctores Edward W. Boyer y Michael Shannon, del Centro Infantil de Boston, advirtieron que más del 85% de los médicos ignoraban el riesgo del síndrome de exceso de serotonina.
El exceso de serotonina en el cerebro provoca muchas muertes cada año
En un artículo publicado en New England Juornal of Medicine, Boyer y Shannon dieron a conocer un informe obtenido en 2002 a base de llamadas a centros de control de toxicidad en todo Estados Unidos. Este trabajo científico concluyó que en ese año se habían producido 7.349 casos de toxicidad por exceso de serotonina. 93 de ellos fueron mortales. En 2005, último año del que se tienen estadísticas disponibles, se reportaron 118 muertes.
La Plataforma cuenta ya con 2.500 adhesiones y los interesados en sumarse pueden hacerlo mandando sus datos al correo: jpundik@arrakis.es