Ese espíritu lo plasmaré en la conferencia Empresas contra ciudadanos: La repercusión en nuestra salud de los intereses económicos, que la asociación de afectados por productos químicos tóxicos Adquira me ha invitado a dar en Barcelona el próximo día 1 de abril, a las 19:00 horas en el Centro de Investigaciones (C/Hospital, 64).
El día antes, 31 de marzo a las 19:00 horas, estaré en el Espai Icaria (Arc de Sant Cristòfol 11-23) de Barcelona, donde presentaré Traficantes de salud. El sábado 5 de abril, a las 19:00 horas, esta vez en Madrid, de nuevo presentaré los libros Traficantes de salud y Conspiraciones tóxicas en Ecocentro: C/ Esquilache 2, 4 y 6 (Junto Avda. Pablo Iglesias, 2).
Para finalizar esta quincena intensa volaré junto con los otros dos "conspiradores tóxicos" (Rafael Carrasco y Joaquín Vidal, mis compañeros de autoría de Conspiraciones tóxicas) a Bruselas. Allí, en el Parlamento Europeo, centro de actividad de los lobbies industriales cuyas prácticas desgranamos en estos trabajos (industria farmacéutica en Traficantes, y sectores como el de la telefonía móvil, energía nuclear, alimentos transgénicos, construcción o productos químicos tóxicos en Conspiraciones), habrá un par de intervenciones públicas. La primera será el día 15 de abril, un seminario de una jornada sobre lobbismo y grupos de presión al que me ha invitado el Grupo de Los Verdes, con el sugerente título:
WHAT EVER HAPPENED TO DEMOCRACY?
CORPORATE INFLUENCE ON EU POLICIES
A seminar of lobbying in Europe (algo así como "¿Qué le ocurre a la democracia? La influencia de las multinacionales en las políticas de la Unión Europea").
Al día siguiente, el 16 de abril, la segunda; Carrasco, Jara y Vidal presentaremos a los eurodiputados, periodistas y personal interesado nuestro Conspiraciones tóxicas. Aprovecharemos la visita a Bruselas para reclamar el Parlamento como ágora ciudadana. Los términos de estos dos actos están todavía por concretar, en cuanto los tenga os los mando.

"La Plataforma No Gracias quiere sensibilizar a la sociedad y, en particular, al sector sanitario (Administración, profesionales y pacientes) de la necesidad de cambiar las actuales relaciones con la industria farmacéutica. La Plataforma propone un nuevo marco ético que permita poner en valor el ejercicio profesional, el uso de los medicamentos y el buen gobierno de las instituciones públicas", explican sus promotores.