No dejan indiferentes tampoco las declaraciones de Javier Aguilera, que por entonces era consejero delegado de Telefónica Móviles –hoy es el presidente de TPI Páginas Amarillas, filial de Telefónica–, emitidas en el documental censurado por TVE “Contracorriente”.
Desde Getxo, en el País Vasco, la asociación Antena No (antenano.blogspot.com) advierte sobre los intentos fraudulentos de ciertas compañías telefónicas de colocar en las azoteas de las viviendas sus antenas emisoras-receptoras. “Estas antenas se ponen en los edificios muchas veces mediante una reunión fraudulenta-amenazante, ya que las corporaciones engañan a los vecinos en las reuniones diciendo que sólo hace falta una mayoría de votos de las 3/5 partes, cuando para cambiar elementos comunes de una comunidad se requiere unanimidad. Les dicen que si ellos no aceptan, el de enfrente lo hará y la radiación entrará en su casa y la de su familia. Ofrecen 12.000 euros anuales a la comunidad y los de los edificios de enfrente no pueden opinar, aunque la radiación entre en sus casas. Se sabe que las radiaciones afectan a personas electrosensibles y con marcapasos, pero no se avisa de su colocación ni se hacen estudios o seguimientos de las zonas", explica un portavoz de dicha organización.
En Getxo, cuentan, existen muchas personas que viven en sus casas con persianas metálicas pagadas por ellos mismos y cerradas noche y día. Otros muchos se han ido de sus viviendas por miedo, tras haberlas habitado durante años antes de que pusieran la antena. Éstas devalúan los inmuebles. “Existen estudios internacionales que explican el daño que pueden causar las antenas de telefonía pero al final tristemente el gran estudio somos nosotros y nuestras familias. Uno puede tener o no teléfono móvil o usarlo con moderación, pero la antena te la imponen”, concluye éstas personas.