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jueves, 13 de marzo de 2008

El Síndrome del Edificio Enfermo empuja a la creación de Domosalud

Para cuando lean estas palabras ya se habrá constituido en Barcelona la Asociación ciudadana para la defensa de la salud ambiental, Domosalud. Esta organización nace como consecuencia, sobre todo, del desarrollo de casos de lipoatrofia que se han producido durante los últimos años en los empleados de edificios "modernos". Esta dolencia está muy relacionada con el Síndrome del Edificio Enfermo que manifiestan trabajadores que realizan su labor en oficinas sin ventilación ni luz natural, con una gran carga electromagnética debida a la enorme concentración de aparatos eléctricos y con una alta presencia de productos químicos tóxicos en paredes, suelos y enseres, entre otros factores.
Esta nueva organización trata de impulsar todas aquellas actuaciones que favorezcan la defensa de la salud de las personas y su relación con el medio ambiente. Por ello, se dedicará al estudio de las interacciones entre el entorno y la salud humana, en particular en el hábitat urbano, tanto en el entorno laboral (empresas), como educativo (institutos, escuelas o guarderías) y residencial (viviendas).
Domosalud ya está promoviendo la constitución de grupos de trabajo multidisciplinares a cargo de expertos, médicos, biólogos, farmacéuticos, físicos, ingenieros, arquitectos, y de todos aquellos que estén relacionados con la salud ambiental, a fin de evaluar los riesgos ambientales, residenciales y laborales.
Esta asociación nace con un espíritu crítico e independiente de poderes económicos y por ello impulsará investigaciones autónomas acerca de los riesgos para la salud existentes en el medio ambiente, y en especial la “hiper-sensibilidad ambiental” y otras patologías emergentes. Para ello mantiene contactos con otras organizaciones que trabajan, por ejemplo, el asunto de los impactos en la salud del mercurio que se encuentra en vacunas o amalgamas dentales o con asociaciones de afectados por fibromialgia, Síndrome Químico Múltiple o Síndrome de Fatiga Crónica.
Domosalud propondrá a los legisladores medidas a favor de la regulación y protección de la salud de los ciudadanos. También preventivas ante los riesgos derivados de la polución ambiental sea química, biológica, sónica, electromagnética, radiactiva, o de otras fuentes.
Esta organización divulgará información a la sociedad especialmente en el ámbito de la investigación de los posibles efectos nocivos de campos electromagnéticos, calidad del aire, materiales de construcción, y nuevas tecnologías empleadas en edificios, destinados a centros de trabajo, escuelas o viviendas.
Domosalud es, en definitiva, la primera asociación de ámbito estatal que se centra en la salud ambiental; en el impacto que tiene sobre nuestra salud un estilo de vida como el actual, alejado de los valores ecológicos. Estamos pagando el peaje por vivir en un mundo sintético y es de agradecer que comiencen a surgir plataformas que apuesten por advertirlo a la población y por buscar otros modos de vida no nocivos.

lunes, 21 de enero de 2008

Fibromialgia nada poética ¿una cuestión de Lyrica?

El blog hace ya días que cumplió su primer mes de existencia con una muy buena acogida. Pero no nos conformamos. Queremos más; más personas que lo lean y hagan suyo y más personas que colaboren. Por eso abrimos esta sección de COLABORADORES donde pretendemos que con cierta regularidad ciudadanos comprometidos con la salud pública y la lucha contra la corrupción del sistema sanitario nos ofrezcan sus informaciones. Éstas serán muy directas, concretas y bien documentadas; la opinión quedará en un segundo plano y primará sobre ella la información y sus experiencias directas con lo que traten.
En este caso el texto es de una persona formada en enfermería y en Counselling, que ha trabajado en el sistema sanitario (primaria y hospitalaria), como profesora de enfermería y en salud pública, en varios países. Ha publicado materiales para profesionales sanitarios incluyendo el libro Comunicación Terapéutica en Enfermería (Editorial DAE, 2007). Su especialidad es la relación médico-paciente. También es activista a favor de los derechos de los pacientes.


Clara Valverde, profesora de enfermería y escritora

Hace unos días se publicó la noticia de que la FDA (la Agencia estadounidense de Alimentación y Medicamentos) había aprobado el fármaco Lyrica (pregabalina) para la fibromialgia. Esto ha llevado a la prensa internacional a imitar al New York Times y enfocar esta noticia por el lado de si existe o no la fibromialgia y si la poderosa multinacional farmacéutica que fabrica Lyrica, Pfizer, tiene que inventarse una enfermedad (fibromialgia) para tener importantes ganancias.

Pero el tema no es ese. La fibromialgia existe: es una enfermedad multisistémica clasificada por la Organización Mundial de Salud con el número M79.9 (CIE-10, Clasificación Internacional de Enfermedades, última versión) y tiene una prevalencia del 2,4% de la población. No es una enfermedad psicológica. Personas con una predisposición genética a la fibromialgia pueden desarrollar la enfermedad en la que hay una respuesta anómala del sistema nervioso que hace que la persona tenga mucho dolor, cansancio y otros síntomas.

Se cree que también juegan un papel importante en esta enfermedad la hipoxia celular (falta de oxígeno en las células) y el óxido nítrico. La presencia de tóxicos en nuestra vida cotidiana puede ser otro factor que desencadena esta enfermedad.

La fibromialgia existe y Lyrica (un anticonvulsivo) ayuda a algunas personas con esta enfermedad (pero con efectos secundarios importantes). Entonces, ¿cuál es el problema? El gran problema es quién receta Lyrica, cómo y por qué. La fibromialgia es una enfermedad compleja y multisistémica. Esto requiere diagnosticarla correctamente por especialistas con una gran experiencia ya que los síntomas de la fibromialgia pueden ser, en realidad, de muchas otras condiciones o patologías.

No existen apenas médicos ni unidades especializadas en el Estado Español que puedan trabajar correctamente con la fibromialgia. Las administraciones piensan, como gran parte de la sociedad, que la fibromialgia es una condición "light", la "fibrototal", sobre la cual hacen bromas tantos profesionales sanitarios.
Si una persona con fibromialgia en España consigue ser diagnosticada y tratada por un especialista (idealmente de medicina interna) con experiencia en fibromialgia (lo cual ocurre poco), habría que ver si la Lyrica es una opción válida dentro de una estrategia terapéutica centrada en las disfunciones de ese paciente en particular.
También hay que tener en cuenta que muchas personas con fibromialgia tienen sensibilidades químicas lo cual limita qué y cuánta medicación se puede recetar. El uso de la Lyrica tiene que estar integrado en un asesoramiento ambiental (químicos, dieta, etc) de la vida del paciente.
Las administraciones públicas insisten en que la fibromialgia puede ser diagnosticada y tratada en Atención Primaria. Esto es peligroso. Los médicos de Primaria no tienen ni los conocimientos, ni el acceso a analíticas ni pruebas específicas, ni el tiempo para el tipo de seguimiento que la fibromialgia requiere.
La farmacéutica Pfizer sabe que la prevalencia de fibromialgia es muy alta. Es un gran mercado con grandes ganancias. Esto hace que estén llevando a cabo campañas de promoción de Lyrica. En todos los foros y blogs de pacientes con fibromialgia en España, se habla constantemente de Lyrica.

Esto llevará a un mal uso de esta medicación, un uso masivo, lo cual tiene consecuencias graves para el paciente que no debería tomarla o que debería tomarla en dosis muy pequeñas con un seguimiento cuidadoso y constante. Al ser una enfermedad multisistémica, si el enfermo de fibromialgia toma una medicación para uno de los sistemas, facilmente los otros sistemas del cuerpo se verán afectados.
El hecho de que los enfermos de fibromialgia estén, en España, "aparcados" en Atención Primaria, es lo más peligroso de Lyrica. Los médicos de Primaria quieren "quitarse de encima" estos pacientes que no mejoran y que en muchas ocasiones son denominados de manera despectiva "hiperfrecuentadores" de los servicios de salud.
La manera más fácil, pueden pensar los médicos, es recetar Lyrica. Y Pfizer se está ocupando de que en los países occidentales los doctores piensen eso.

lunes, 7 de enero de 2008

Los tomates del lobby químico tóxico

Hace tres días el diario El País publicó una noticia un tanto curiosa. De alguna manera ridiculizaba la opción de dos personas conocidas y, al parecer, concienciadas sobre el problema de convivir con miles de sustancias químicas peligrosas.
Reproduzco por su interés, la carta que una especialista y activista sobre los químicos tóxicos y los alimentos transgénicos, mandó al periódico (y a mí mismo) tras leer la noticia, indignada con el tratamiento que se hizo en el mismo sobre el tema:
"Leo en ambas ediciones, impresa y digital de El País del 4-01-2008, el artículo: Los Tomates no curan el cáncer. En él se exponen las opiniones de dos famosas que dicen en líneas generales que los alimentos sin insumos químicos previenen los tumores y que algunos cosméticos contienen compuestos químicos nocivos que la piel absorbe.
En los últimos años numerosos escándalos alimentarios como el de los cerdos con fiebre aftosa han empujado a la ciudadanía a buscar otros modelos de alimentación, más naturales
Pues bien, en primer lugar: el título del artículo es una exageración y una mentira que en el contexto adecuado y dicha por cualquier científico pro-lobby industria petroquímica o farmacéutica ayuda a confundir al lector. Los tomates claro que no curan el cáncer, qué burrada (no nos dicen quién es el famoso o el científico que lo dice). En este caso, justo en este caso, la Paltrow y la McCartney (esta última tiene una línea de cosméticos, así que mejor le venía estarse callada) tienen razón.
Comer bien, y cuidarse sin tóxicos autorizados tras arduas negociaciones entre instituciones e industria en instrumentos como el REACH (registro europeo de sustancias) no es la panacea ya que influyen factores genéticos y ambientales pero ayuda a prevenir muchas enfermedades. Señores de la prensa, a muchos de nosotros no nos interesa cómo se llaman los hijos de los famosos y sí porqué el cáncer por desgracia, tiene cada vez más incidencia".

Grupos organizados y financiados por las empresas de los sectores más contaminantes y nocivos del planeta actúan en la sombra contra los intereses ciudadanos: los lobbies industriales

Es evidente (existe muchísima literatura verdaderamente científica al respecto) que las 104.000 sustancias químicas liberadas en el ambiente, muchas de ellas nocivas para nuestra salud, están provocando cánceres. Según las estadísticas oficiales, más de 100.000 cada año en España. Las cifras de personas afectadas por enfermedades relacionadas con los productos químicos tóxicos no paran de crecer. Es uno de los problemas de salud y ecológicos más graves para el ser humano en la actualidad.
La información de El País cita que un grupo de científicos unidos en torno a la organización Sense about Science (Ciencia con sentido) son los que critican la actitud y las palabras de las dos "famosas" aludidas. Lo que no cuenta la redactora del diario es que los lobbies industriales de casi todos los sectores pero especialmente del químico y farmacéutico financian asociaciones científicas que trabajan para deslegitimar todo aquello que pueda poner en peligro los intereses económicos de sus patrocinadores.

Este es un clarísimo ejemplo: Sense about Science, como ellos mismos reconocen en su página web, están financiados por the ABPI, AstraZeneca plc, BBSRC, The Biochemical Society, Blackwell Publishing, BP plc, British Institute of Radiology, Dixons Group plc, Elsevier, Engineering and Physical Sciences Research Council, The Esmee Fairbairn Foundation, Garfield Weston, GE Healthcare, GlaxoSmithKline, Halifax Bank of Scotland, Health and Science Communication Trust, Institute of Physics, Institute of Physics and Engineering in Medicine, John Innes Centre, John Innes Trust, Medical Research Council, NESTA, New Scientist, Oxford GlycoSciences plc, Pfizer plc, The Physiological Society, Royal Academy of Engineering, Royal Astronomical Society, Royal College of Radiology, Royal Pharmaceutical Society of Great Britain, Royal Society of Chemistry, Science Careers.org, Social Issues Research Centre, The Society for Applied Microbiology, The Society for Endocrinology, The Society for General Microbiology, Unilever plc. Help with equipment, facilities and services has been received from: AXA Investment Management, Horticultural Research International, Institute of Biology, The Natural History Museum, Lord Stevenson of Coddenham, and WPP.

Existen científicos que comen de la mano de los sectores económicos más sucios y antisociales. Forman grupos de presión a favor de las compañías que les financian

Este grupo de científicos es un lobby pagado, entre otros, por farmacéuticas e instituciones pro químicos tóxicos. Una de sus especialidades es atacar a personas y colectivos que apuesten por una cultura natural, que no sigan los mandatos del entramado tecnocientífico actual. Son la voz de su amo, que alquilan su "prestigio" para salvar la cara de las industrias que están lucrándose con la pérdida de salud de las personas y que dañan nuestro medio ambiente.

jueves, 27 de diciembre de 2007

El costo del bienestar, químico

Cuando hace ya tres años rodamos el documental Carga tóxica,(Documentos TV, La2 de Televisión Española) descubrimos, al menos yo, un nuevo mundo de enfermedades medioambientales. Graves dolencias que incapacitan cada año a miles de personas, que las marcan de por vida; provocadas por las sustancias químicas tóxicas que existen en nuestro medio natural -o no tan natural, claro-.Como explica el presentador de dicho video, significa, al menos en parte, "el costo del bienestar", químico en este caso.
Existen 104.000 sustancias químicas liberadas en el medio ambiente y muchas de ellas está comprobado que son muy nocivas para nuestra salud
Me refiero a las ahora bastante conocidas fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica y, sobre todo, al Síndrome Químico Múltiple (SQM). Hicimos decenas de entrevistas personales para dicho trabajo documental y las personas afectadas por los contaminantes ambientales se quejaban de los mismos males.
Hoy se están publicando cientos de trabajos científicos sobre ellos y muchos médicos ya los diagnostican con cierta precisión, pero todavía las personas que los sufren están condenadas. No sólo a padecer las múltiples dolencias que acarrean estas enfermedades -provocadas además por varias causas al mismo tiempo- sino también al ostracismo.
En gran parte por la propia Administración, a la que no le conviene reconocer la existencia de estas personas, que enferman por el simple hecho de vivir en una sociedad que ha sacrificado todo al "progreso tecnológico" y a un bienestar antinatural.
De reconocerlas, además de gastar millones de euros en las ayudas que merecen, se estaría deslegitimando el propio modelo económico en el que es tan importante el sector químico -químico tóxico, diría yo-.
Tuvimos oportunidad de sufrir ese poder en nuestras propias carnes tras el rodaje de Carga tóxica, que tuvo que rehacerse varias veces por las presiones de ciertas compañías químico-tóxicas para que hiciéramos una versión light del documental. Pero eso ya lo contaremos en próximas ediciones de este blog, estad atentos.
El propio modelo económico está impulsado por el sector químico-tóxico y cada vez son más patentes los impactos que genera en la salud y la ecología
Un ejemplo de todo esto es la página que el Ministerio de Trabajo español dedica en su web a la Sensibilidad Química Múltiple. Como los propios afectados comentan: "está llena de 'sospechas' hacia la SQM, cuando no directamente la niega". Cuestiona la enfermedad desde el principio del texto, por ejemplo entrecomillando la palabra "enfermedad", referida a este síndrome, u obviando las conclusiones del Congreso de Medicina Ambiental de Brunete (Madrid), celebrado en junio de 2007, en el que quedó patente la dimensión del problema.
Esta página del Ministerio relaciona de manera algo confusa la SQM con un "trastorno psiquiátrico". Sin querer hacer diagnóstico, que no es mi terreno pues yo soy periodista (no médico), lo cierto es que buena parte de los doctores, quizá por desconocimiento del tema, diagnostican a estas personas enfermedades mentales donde las hay ambientales (generando con ello incluso mayores problemas a los pacientes al tratarlos con peligrosos medicamentos que pueden agravar sus dolencias).
Esta es una de las constantes quejas de los afectados por estos trastornos (protesta que sí refleja el autor de la página, Jordi Obiols Quinto, licenciado en Biología y Farmacia). Una afectada de Madrid, María José, comenta al respecto: "Parece increíble que su autor sea el mismo que, en sus textos fuera de la web del Ministerio (e incluso dentro de otras páginas de este) no cuestione la SQM en ningún momento, dándole la justa categoría de enfermedad, y en concreto, de enfermedad laboral".
Esta persona aporta dos ejemplos: NTP 595: Plaguicidas: riesgos en las aplicaciones en interior de locales (pinchar el enlace y buscar en el texto la palabra "sensibilidad química múltiple"), y Más malos que la peste: plaguicidas de uso ambiental, un riesgo grave y poco conocido (pinchar el enlace. En él se habla específicamente de la SQM en el punto 1.8 como Síndrome de Hipersensibilidad Química. El documento forma parte de la revista "Mujeres y Salud" nº7).

Muchos productos que se utilizan de manera cotidiana en el hogar pueden hacer la vida imposible a los habitantes del mismo

A día de hoy, los afectados por SQM continúan sin existencia "oficial" y por tanto sin derecho a ningún tipo de ayuda ni reconocimiento. De algún modo, no conviene reconocerlos pues costarían mucho dinero. "Todo esto sí que conlleva para nosotros un cuadro psiquiátrico de depresión como reacción a la muerte social a la que nos vemos relegados, sobretodo por este tipo de des-información oficial a médicos, evaluadores del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o asistencia social".