Asusalud había puesto en conocimiento de las máximas autoridades sanitarias de nuestro país que Pfizer estaba jugando más sucio que el humo de un cigarrillo con su campaña publicitaria contra el tabaquismo. "En esta página web, promocionada incluso desde vallas publicitarias, el laboratorio hablaba de un nuevo tratamiento, vareniclina: 'un fármaco específicamente diseñado para abandonar el tabaco. Un tratamiento que aumenta sus probabilidades de dejar de fumar. Vareniclina tiene la particularidad de actuar en el organismo en el lugar del cerebro donde actúa la nicotina. De esta manera, evita que se produzca el síndrome de abstinencia y al mismo tiempo los deseos incontrolados de fumar. Es un medicamento que necesita receta médica'", explica un portavoz de Asusalud citando el párrafo que publicaba en dicha página de internet la compañía. Fue aparecer en prensa este detalle y Pfizer retiró las alusiones a Champix de su página.
Se da la circunstancia que Pfizer promueve Champix cuando está cuestionado por la propia AEMPS. Ésta, en una de sus notas, informa de la relación entre el consumo de este fármaco y la aparición de "síntomas depresivos, que incluían ideación/comportamiento suicida, en pacientes que recibían tratamiento con vareniclina".
"No estamos en contra de las campañas contra el tabaco, pero en este caso consideramos grave que, además de que promocionaban un medicamento de prescripción, obvien los peligros que comporta el mismo", concluyen desde Asusalud.