En breves fechas tendrá comienzo el juicio laboral que un visitador médico y una de las grandes multinacionales farmacéuticas, que lo tiene en plantilla desde hace más de una década, van a enfrentar.
La demanda de esta persona está basada en que no compartía los métodos de conseguir ventas de sus compañeros de equipo y por ello no para de sufrir "acoso laboral". El vendedor denunció ante sus superiores, incluido el director general mundial de la firma, el incumplimiento del código ético ad hoc, ya que existe un protocolo para ello (incluso Farmaindustria, la patronal española de los laboratorios farmacéuticos impulsa las buenas prácticas en promoción).
La respuesta por parte de la corporación fue limitarle el acceso informático, intentar engañarle y el aislamiento laboral, también por parte de sus compañeros.
A este empleado no le informaban sobre dónde invertían realmente sus compañeros los recursos que tenían asignados para hacer que los médicos recetasen más los productos de la casa, aunque se suponía que trabajaban en equipo. Y es que en su ordenador aparecían nombres de otros doctores con los que nunca se había colaborado. Un ejemplo, se citaba que habían ido a comer con el Dr. X y aunque tramitaban una factura de restaurante, en realidad no habían comido con ese médico. Esta persona denuncia que se han utilizado fraudulentamente nombres de sanitarios.
Práctica similar se hacía con una empresa de informática, cuyo nombre preferimos no desvelar por el momento, pero la policía ya ha estado en la compañía. En este negocio informático no sólo se factura a la empresa demandada, sino a más laboratorios. Desde este establecimiento se facturaban a la farmacéutica que va ser juzgada cursos de informática que no se impartieron nunca y a cambio ofrecían ordenadores y diverso material informático.
El visitador ha pedido judicialmente que se rescinda su contrato de trabajo. En el juicio participarán como testigos 40 médicos que supuestamente figuran como beneficiarios de cursos de informática falsos y comidas también inexistentes. Algunos son supuestos beneficiarios, pero en otros casos el denunciante es testigo de que se utilizan sus nombres para blanquear dinero.
La farmacéutica que deberá presentarse en los juzgados el día 25 es investigada por dos causas graves por al menos dos altas instituciones europeas.